28 febrero 2022

Aplicaciones del teorema de Zeckendorf en tecnología y arte

El teorema de Zeckendorf es un enunciado matemático muy productivo dentro de su modestia. Ha originado generalizaciones en distintas direcciones y también ha dado lugar a aplicaciones en diversos ámbitos como las propias Matemáticas, la tecnología o el arte. Veamos algunas de ellas como continuación del artículo precedente sobre el teorema de Zeckendorf No es brujería. ¡Son Matemáticas!.

The Zeckendorf Game

Comenzaremos con un ejemplo de aplicación del teorema en el campo de la teoría de juegos combinatorios, el “Zeckendorf Game”

El matemático Steven J. Miller, matemático especializado en teoría analítica de números y profesor en el Williams College, junto con otros tres autores publicaron un artículo en el año 2018 con la definición de un juego basado en la regla de recurrencia de la sucesión de Fibonacci y en el teorema de Zeckendorf, al que dieron el nombre de este último.

El juego parte de una lista de una cantidad cualquiera de unos. Dos jugadores van haciendo alternativamente cambios en la lista con unas reglas basadas en la relación de recurrencia de la sucesión de Fibonacci, ya sea combinando términos para formar el siguiente o sustituyendo términos duplicados.

Las jugadas permitidas son:
  • 1.- Cambiar dos números de Fibonacci consecutivos por su suma.
  • 2a.- Cambiar dos unos por un dos.
  • 2b.- Cambiar dos doses por un uno y un tres.
  • 2c.- Cambiar dos números de Fibonacci iguales que no sean ni el uno ni el dos por el número de Fibonacci anterior del anterior y el siguiente.

Árbol de los primeros movimientos del "Zeckendorf game". Fuente   

Todas las transformaciones permitidas mantienen constante la suma de los números de la lista. Gana el último jugador que realiza un cambio. El juego termina siempre en la representación de Zeckendorf del número de unos inicial. La duración del juego y el ganador pueden variar dependiendo de los cambios efectuados.

Los autores demuestran en este artículo inicial que el segundo jugador tiene una estrategia ganadora si se comienza con más de dos unos pero, al tratarse de una prueba “no constructiva”, la demostración no describe la forma en la que se debe jugar para ganar.

En octubre de 2021, Wiliam Lee y Robert Bitler presentaron un algoritmo iterativo para encontrar una estrategia ganadora para el segundo jugador mucho más eficientemente que mediante una búsqueda exhaustiva “por fuerza bruta”. Para ello formularon el juego en forma de grafo dirigido sin ciclos y con un único nodo terminal.

Recientes resultados de un equipo dirigido por Steven J. Miller han demostrado que la complejidad computacional del juego Zeckendorf es tan alta que determinar una estrategia ganadora de forma explícita que valga para todos los posibles juegos particulares es un problema de los que en computación se denominan intratables, lo que a efectos prácticos quiere decir irresolubles con la tecnología actual.

El teorema de Zeckendorf en las TICs

Codificación de datos

El teorema de Zeckendorf ha encontrado también un ámbito de utilización en las tecnologías de la información y las comunicaciones. Particularmente en teoría de la codificación de datos y sus aplicaciones: compresión de datos, control y detección de errores, almacenamiento y transmisión de la información, criptografía y esteganografía.

El matemático israelí Aviezri Fraenkel nacido en 1929, especializado en teoría de juegos combinatorios, Medalla Euler 2005 e integrante del equipo que construyó el primer ordenador de Israel en el bienio 1954-1955, y Alberto Apostolico (1948-2015), profesor e investigador en ciencia e ingeniería computacional, propusieron en 1987 un nuevo sistema de codificación de datos cuyos “principales atributos son la robustez, que se manifiesta por la contención local de errores, y la codificación y decodificación simples” y del cual “la principal aplicación explorada es la transmisión de cadenas binarias en las que la longitud está en un rango desconocido”.

La clave de la propuesta radica en las propiedades de la representación de Zeckendorf de los números enteros. La no utilización de términos consecutivos de la sucesión de Fibonacci y la unicidad se traducen en la posibilidad de utilizar un “1” como separador de símbolos codificados consecutivos y en la consecución de un sistema de codificación unívocamente descifrable (cualquier secuencia codificada solo puede proceder de un único mensaje) de codificación y decodificación muy sencillas. Como un símbolo codificado no puede contener dos unos consecutivos, los errores en un bit de un símbolo pueden afectar a uno o dos códigos y no se propagan al resto.

Fraenkel junto con su discípulo Shmuel T. Klein posteriormente generalizaron y mejoraron el anterior sistema de codificación.

Seguridad de redes inalámbricas

Otro ejemplo de utilización del teorema de Zeckendorf en las TICs está relacionado con la seguridad de redes inalámbricas malladas (WMN). En ellas se utiliza el rastreo del origen de las ofensivas como la mejor solución para prevenir los ataques de denegación de servicio (DoS).

   
    Mouna Gassara
Los tunecinos Mouna Gassara, siendo estudiante de Máster en la Escuela Nacional de Ingeniería de la Universidad de Sfax, y Faouzi Zarai, profesor en el Instituto Superior de Electrónica y Comunicaciones de la misma universidad, propusieron en 2016 una solución de rastreo de la IP de origen basada en el teorema de Zeckendorf para crear un nuevo protocolo de comunicación en redes de malla inalámbrica bautizado como SZNP (Secret Zeckendorf Number Protocol - Protocolo de número secreto de Zeckendorf) que permite construir con precisión la ruta de ataque sin introducir ningún gasto de ancho de banda y con un espacio de almacenamiento insignificante.

El teorema de Zeckendorf “generador” de poemas

El teorema de Zeckendor ha sido utilizado por el francés Paul Braffort en la creación de poemas, otra forma más artística que tecnológica de codificar información.

Braffort (1923-2018), en el que es difícil separar actividad científica y técnica de la artística y cultural, personifica la exploración de las relaciones y el mestizaje de ciencia y arte. Licenciado en Matemáticas y filosofía por La Sorbonne, fue pionero de la inteligencia artificial. Sus investigaciones en física hacen de él uno de los iniciadores de la electrodinámica estocástica. Profesor de informática en las universidades de Orsay y Chicago, orientó sus investigaciones hacia la lógica y la lingüística. Además de escritor y poeta, también fue letrista, compositor y cantante, con un estilo repleto de humor como puede apreciarse en su álbum de 1958 Des atomes et des hommes con canciones burlescas sobre energía atómica, adulterio y otros temas lascivos.

Paul Braffort ingresó en 1961 en OULIPO “Ouvroir de littérature potentielle”, a los pocos meses de su creación, desarrollando desde entonces una intensa actividad en el grupo. Desde sus orígenes, el “Taller de literatura potencial”, en ocasiones identificado de forma superficial con el ejercicio de complicadas acrobacias retóricas a modo de prescindible divertimento, está formado principalmente por escritores y matemáticos que trabajan explorando nuevas formas de creación literaria surgidas de la aplicación de restricciones (“contraites”) procedentes de las matemáticas.

Desde muy pronto y especialmente en el campo de los procedimientos combinatorios los informáticos propusieron aplicaciones para mejorar las investigaciones oulipianas. El peligro de confusión entre las actividades de Oulipo y ciertos experimentos informáticos que no estaban directamente relacionados con el proyecto llevó a Paul Braffort y Jacques Roubaud a proponer la creación de un nuevo grupo dedicado exclusivamente al binomio literatura-informática, fundando en 1981 el “Taller de literatura asistida por las matemáticas y los ordenadores”, ALAMO (Atelier de Littérature Assistée par la Mathématique et les Ordinateurs) en el que se integrarían además de oulipianos otros escritores, docentes e investigadores interesados en la lingüística, la inteligencia artificial o la pedagogía.

Hypertropes

Braffort desarrolló una novedosa forma poética que denominó “hipertropo” (hypertrope), en clara referencia al concepto de “hipertexto” utilizado en informática, inspirándose en una de las metarestricciones de la creación literaria sugeridas por Jacques Roubaud -solo utilizaremos una estructura matemática como la principal restricción de una obra literaria si también explotamos uno o más teoremas ligados a esta estructura-.

En 1979 Paul Braffort publicó, como nº 9 de la “Bibliothèque Oulipienne”, Mes Hypertropes. Vingt-et-un moins un poèmes à programme. La organización de este poemario se basa en la estructura matemática de la sucesión de Fibonacci explotando el teorema de Zeckendorf para crear el diagrama de flujo de las relaciones a nivel de significado establecidas entre los veinte poemas.

Según el propio Braffort declara en la introducción 0 Hors d'oeuvre, donde, dicho sea de paso, cumple con la segunda restricción de Roubaud -un texto que obedezca a una restricción debe incluir una definición de dicha restricción-, “la transferencia de la estructura matemática sobre la restricción literaria es de orden semántico: el contenido del poema de rango n depende del contenido de los poemas cuyo rango forma la representación Zeckendorf de n”.

La primera página del poemario después de la cubierta es un Graphe des matières que indica de forma muy visual las relaciones entre los distintos poemas reflejando la descomposición de Zeckendorf de los primeros veinte números.




Por supuesto, los poemas cumplen otra serie de restricciones tanto oulipianas como clásicas en poesía.

Si analizamos como ejemplo el poema 13, L'explication des explications, encontramos que depende de los poemas 5 y 8 porque 13, que forma parte de la sucesión de Fibonacci, se obtiene como suma de los dos términos anteriores 8 y 5. A su vez influye en los poemas 14, 15, 16, 17, 18, 19 y 20 porque 13 figura en la descomposición de Zeckendorf de estos números. Por lo que elementos semánticos de los poemas 5 y 8 reaparecen en el poema 13 y los poemas del 14 al 20 dependen del contenido del poema 13.

Música con Zeckendorf

Numerosos compositores clásicos han utilizado la razón áurea y la sucesión de Fibonacci en la creación de sus obras musicales, tanto estructuralmente, en el número de compases de cada sección, como armónicamente, en el número de semitonos usados en cada intervalo. Ejemplos destacados son Béla Bartók en “Sonata para dos pianos y percusión” y “Música para cuerdas, percusión y celesta”, Claude Debussy en “Dialogue du vent et la mer” y Iannis Xenakis en “El sacrificio” y “Metástasis”. Casey Mongoven ha ido más allá al hacer del número de oro y de la sucesión de Fibonacci la base de su estilo musical.

Mongoven es un compositor y doctor en en Filosofía en Artes y Tecnología de los Medios, nacido en California en 1979. Su interés investigador se orienta hacia la “sonificación” de objetos matemáticos, con especial dedicación a la representación sonora de sucesiones numéricas obtenidas tomando como base la de Fibonacci.

En un artículo publicado en 2010 establece un sistema de afinación temperada basada en la razón áurea y la sucesión de Fibonacci y describe un método de composición que lo utiliza, ofreciendo tres ejemplos de obras musicales creadas a partir de secuencias numéricas relacionadas con la de Fibonacci.

Posteriormente, en otro artículo publicado en 2011 junto a Ron Knott, muestran el potencial ofrecido por el teorema y la descomposición de Zeckendorf como base de un esquema creativo para la composición de música polifónica, explorando la posibilidad de convertir en parámetros musicales tanto los números de Fibonacci que aparecen en las descomposiciones de Zeckendorf de los números naturales como las posiciones en la sucesión de esos componentes. Los autores se interesan especialmente en la correspondencia de las propiedades matemáticas de la sucesión de representaciones de Zeckendorf con características sonoras que pueden ser percibidas. El artículo incluye tres composiciones, “Zeckendorf Representations” nº 17, 18 y 19 que muestran el efecto de distintas musicalizaciones de este tipo.





Un problema de probabilidad

Para finalizar con una aplicación más del teorema de Zeckendorf, veamos una forma de resolver el problema de probabilidad planteado al final del anterior artículo:
Calcular la probabilidad de obtener al menos dos caras sucesivas al lanzar una moneda n veces.
Como en muchos problemas de este tipo, es más fácil calcular la probabilidad de que no ocurra lo que se propone; en este caso de que no obtener dos caras seguidas al lanzar una moneda n veces.

Si representamos el resultado del lanzamiento de una moneda como “1” si sale cara y “0” si sale cruz, cada lanzamiento de una moneda n veces quedará representado por una secuencia de n cifras que pueden ser “0” ó “1”. Y viceversa, cada número binario de n cifras es la representación de un resultado. El número total de posibles resultados es 2n.

En esa correspondencia, se identifican los resultados sin dos caras seguidas con los números binarios de n cifras sin dos “unos” consecutivos. Es decir, con las representaciones de Zeckendorf que utilizan n cifras. Los números que pueden ser representados así son: 0,1,2,3,4,…,F(n+2)-1, considerando que F(i) indica el número que ocupa la posición i en la sucesión de Fibonacci, F(1)=1, F(2)=1, F(3)=2, F(4)=3, F(5)=5,…, es decir F(n+2) números.

Por lo que la probabilidad de no obtener dos caras consecutivas al lanzar n veces una moneda es: F(n+2)/2n y la probabilidad de obtener al menos dos caras consecutivas al lanzar n veces una moneda es: 1 - F(n+2)/2n

El problema y esta forma de resolverlo proceden de: J.R. Brown Jr., Zeckendorf’s theorem and some applications, Fibonacci Quart. vol. 2 Nº 3 (1964) 162–168


Qué son las Matemáticas y para qué sirven

El teorema de Zeckendorf es un resultado que, en su humildad matemática, manejando conceptos y procedimientos de demostración elementales puede servir de modesto ejemplo que encierra buena parte de la esencia de las Matemáticas: conocimiento expresado en forma de enunciados abstractos cuya veracidad es necesario demostrar y aplicación de esos resultados en diferentes campos, donde elementos en principio muy diversos comparten una estructura común atrapada en la abstracción. Algunas de esas aplicaciones solucionan problemas ya existentes, otras producen algo nuevo.


Acaba aquí un recorrido que comenzó buscando juegos de magia matemática para interesar al alumnado en la útima sesión de clase antes de comenzar unas vacaciones de Navidad. Ha estado bien el paseo.


24 enero 2022

No es brujería. ¡Son Matemáticas!

La magia de un teorema con nombre de aficionado a las sucesiones numéricas

 
Un teorema puede provocar sorpresa y admiración entre los matemáticos profesionales o las personas con sensibilidad y conocimientos matemáticos. Para epatar a todo tipo de público, qué mejor que convertir el teorema en un truco de magia.

Las cartas mágicas de Brousseau
 
Eso es lo que propuso el matemático americano Alfred Brousseau (1907-1988), cofundador en 1963 de la "Fibonacci Association", en el artículo "Fibonacci Magic Cards" publicado en 1972 en la revista "Fibonacci Quarterly".
 
Blogdemaths recoge la idea de Brousseau y la presenta de forma mucho más atractiva en el artículo "Un tour de magie mathématique…", en el que proporciona una versión imprimible de las "cartas mágicas" a utilizar y varias sugerencias de puesta en escena. Marta Macho explica con su maestría de siempre la mecánica del juego y su fundamento matemático en "La magia del teorema de Zeckendorf" en la sección "Matemoción" de "Cuaderno de Cultura Científica" de la UPV/EHU. Es a través de ese blog como he llegado a este truco "matemágico".
 
Miguel Ángel Olalla, en el blog del Departamento de Álgebra de la Universidad de Sevilla, teniendo en cuenta que el número a adivinar no puede estar en dos tarjetas consecutivas, -según se presenten, claro- añade una vuelta de tuerca al juego para hacerlo más interesante.
 
Completamente seducido por el truco y su contenido matemático, lo suelo usar con el alumnado del IES Samaniego - Laguardia BHI como muestra del lado lúdico de las Matemáticas. Para su puesta en escena comenzamos utilizando varias veces tarjetas de papel con las "cartas mágicas" y en posteriores repeticiones del juego usamos esta hoja de cálculo. Para profundizar en las mates del truco utilizamos esta otra hoja de cálculo.

El teorema de Zeckendorf

El fundamento matemático de este truco fascinante es sencillo y se conoce como "Teorema de Zeckendorf":
"Todo entero positivo se escribe, de manera única, como suma de números de Fibonacci no consecutivos".
A esa escritura única se le llama la "Representación de Zeckendorf" del número en cuestión.

Cabe recordar que la sucesión de Fibonacci comienza con los números 0 y 1, y a partir de estos, “cada término es la suma de los dos anteriores”. Cuando se relaciona con la representación de Zeckendorf, para lograr que sea de forma única, se considera que la secuencia de Fibonacci empieza con los números 1 y 2.

La sucesión de Fibonacci además de estar relacionada con numerosos conceptos matemáticos aparece por todas partes en la naturaleza, en las ciencias sociales, en el arte, y sí, también en la magia.


El teorema debe su nombre al médico, oficial del ejército belga y aficionado a las Matemáticas, Edouard Zeckendorf (1901-1983) que 1972 publicó el artículo "Représentation des nombres naturels par une somme de nombres de Fibonacci ou de nombres de Lucas".

En realidad el resultado ya había sido publicado 20 años antes por el matemático holandés Gerrit Lekkerkerker (1922 -1999) en su etapa en el CWI (Centrum Wiskunde & Informatica - Instituto Nacional de Investigaciones en Matemáticas e Informática) de Amsterdam. Y completado y generalizado en 1960 por David E. Daykin, matemático inglés, profesor en la Universidad de Reading entre 1956 y 1998. Según Ron Knott, Zeckendorf menciona que lo demostró en 1939 pero que no lo publicó hasta 1972.

Que este teorema se haya quedado con el nombre de un aficionado a las series numéricas y no con el del profesor de la Universidad de Amsterdam, especialista en teoría de números, que lo publicó por primera vez, es un curioso ejemplo de la ley de la Eponimia de Stigler.

Usos didácticos en ESO y Bachillerato

La demostración del teorema puede hacerse por inducción utilizando matemáticas elementales. Aunque es excesivamente compleja para estar al alcance de la mayoría del alumnado de Bachillerato, sí puede ser apropiada para un "Taller de desarrollo del pensamiento matemático" con alumnos avanzados.

El resultado establecido por el teorema utiliza conceptos sencillos que deberían hacerlo comprensible por la mayoría del alumnado de segundo ciclo de la ESO y de Bachillerato, lo que permite su explotación didáctica.

RepresentacionDeZeckendorf.xlsx
Proponer la búsqueda de varias descomposiciones distintas de un entero positivo como suma de números de Fibonacci y su representación de Zeckendorf puede ser un buen ejercicio y una oportunidad para profundizar en el concepto de sistema de numeración. Tratar de sumar o multiplicar números en "base Fibonacci" obliga a plantearse la relación entre los algoritmos tradicionales y el sistema decimal posicional. Tratar de modelizar el algoritmo de la representación de Zeckendorf con un lenguaje de programación o con una hoja de cálculo puede ser un buen modo de trabajar la competencia matemática y la digital; lo mismo que diseñar un algoritmo para encontrar todas las descomposiciones de un entero positivo como suma de números de la sucesión de Fibonacci.

R. Knott, del Departamento de Matemáticas de la universidad inglesa de Surrey, ofrece en las secciones "You Do The Maths.." de "Using the Fibonacci numbers to represent whole numbers" unas actividades de investigación de distintos niveles de dificultad muy inspiradoras.

Por otra parte, el teorema es un buen ejemplo para matizar los términos "existencia" y "unicidad" y la dependencia de las condiciones enunciadas.

El "Nim de Fibonacci"

Dada su relación con la sucesión de Fibonacci, no es de extrañar que el teorema de Zeckendorf cuente con numerosas aplicaciones en ámbitos muy diversos.

El juego “Nim de fibonacci” es una variante del juego Nim apta para todo tipo de público a la que se le puede sacar partido matemático con el alumnado de ESO y Bachillerato. Participan dos jugadores que deben ir retirando de forma alterna fichas de un montón hasta que no queda ninguna, ganando el último jugador que retira fichas.

Las reglas del juego son las siguientes:
  • En cada jugada se debe retirar al menos una ficha.
  • En la primera jugada no se puede retirar todas las fichas.
  • Un jugador no puede retirar más del doble de fichas que el otro jugador en la jugada anterior.

Se trata de un juego en el que si el número inicial de fichas es un número de Fibonacci el segundo jugador tiene una estrategia ganadora, y si no lo es, la tiene el primer jugador. Dicho de otra forma, el jugador que tiene que retirar fichas de una cantidad que es número de Fibonacci pierde si el otro juega bien.

La estrategia ganadora consiste en retirar una cantidad de fichas igual al número de Fibonacci más pequeño que aparece en la representación de Zeckendorf de la cantidad de fichas que hay:
Supongamos que el número de fichas del comienzo del juego, N, no es un número de Fibonacci.
  1. Descomponemos mentalmente N como suma de números de Fibonacci no consecutivos. Retiramos tantas fichas como el número más pequeño de la descomposición anterior.
  2. El oponente juega según las reglas.
  3. Al volver a ser nuestro turno, si las reglas del juego lo permiten, retiramos todas las fichas y ganamos. De lo contrario, volvemos a aplicar la estrategia anterior (1).
Esta estrategia ganadora fue publicada en 1963 por Michael J. Whinihan en el artículo "Fibonacci Nim" de la revista "Fibonacci Quarterly".

Jean-Paul Davalan ha desarrollado un simulador que permite practicar con el Nim de Fibonacci.

Un problema de probabilidad

Para finalizar dejamos planteado un problema:
Calcular la probabilidad de obtener al menos dos caras sucesivas al lanzar una moneda n veces.
Como pista diremos que, no podía ser de otra manera en el contexto en el que nos encontramo, una de las formas más elegantes de llegar a la solución se basa en la aplicación del teorema de Zeckendorf.


En un segundo artículo veremos la solución a este problema y otras aplicaciones tecnológicas y artísticas del teorema de Zeckendorf.

Para saber +:

- Henderson, Nik. (2016). What is Zeckendorf's Theorem? The Ohio State University. Recuperado el 28 de diciembre de 2021, de https://math.osu.edu/sites/math.osu.edu/files/henderson_zeckendorf.pdf

03 enero 2022

Rubayat para un año que comienza

La invitación epicúrea de Omar Jayyam en sus célebres cuartetos puede ser una excelente sugerencia inspiradora de propósitos de principio de año.

No hay que dejar que la tristeza el corazón consuma,
ni que hiera un lastre de dolor la hora gozosa.
¿Quién conoce lo oculto y su destino?
Hay que cumplir deseos, gozar de amante y vino.

Yo nada sé; el que me creó,
hombre del infierno me hizo o del paraíso.
Una copa, una hermosa y un laúd a la orilla del campo,
estas tres cosas para mí al contado, y para ti el cielo prometido.

Pues nadie puede vencer al mañana,
mantén ahora alegre ese corazón loco.
Bebe vino a la luz de la luna, ¡oh luna!, que la luna
por más que ilumine no dará con nosotros.

Entiende que te apartarás del espíritu,
envuelto en el velo de los secretos del no ser irás.
Bebe vino, no sabes de dónde has venido.
Sé alegre, no sabes adónde irás.

Dicen que el que lleva una vida ascética
se levantará del modo en que se muera.
Con vino y amantes sin cesar estemos,
pues así, del hoyo, nos levantaremos.

Edmund J. Sullivan
Wikimedia Commons

Los Rubayat elegidos son algunos de los numerosos cuartetos del poeta persa en los que aparece el vino como símbolo del disfrute de la vida. Son claros ejemplos del escéptico convencimiento de Jayyam de la imposibilidad de dar respuesta a las grandes preguntas del ser humano, de su epicúrea defensa de una vida simple con el placer y el disfrute del momento presente como principales objetivos, y de su agnóstico alejamiento de la ortodoxia religiosa dominante en su entorno. También de su sentido del humor al mostrarse descreído sobre la existencia después de la muerte.

Omar Jayyam

Omar Ibn Ibrahim Jayyam, fue un astrónomo, matemático, filósofo, gran erudito y poeta persa. Nació en 1048 E.C. en Nishapur, provincia de Korasán, actualmente noreste de Irán y murió en 1131 E.C. en la misma ciudad. Librepensador, materialista y heterodoxo, es una de las figuras más fascinantes de la cultura medieval islámica.

Omar Khayyam's 971st Birthday - Doodle
Como astrónomo, dirigió la reforma del calendario persa de raíces zoroastrianas. En el año 1074 E.C., Jayyam fue requerido por el sultán Malik Shah a Isfahán para crear un observatorio astronómico y reformar el calendario solar persa. Las nuevas observaciones del movimiento del sol permitieron medir con más precisión la duración del año solar. El primer día del nuevo almanaque se hizo coincidir con el equinoccio de primavera del año 1079 E.C. El calendario reformado, denominado Jalali, por el patronímico del sultán que ordenó la reforma, sigue vigente actualmente en Irán; se estructura en ciclos de 33 años con intercalación de un año bisiesto quinquenal y otros siete cuatrienales, lo que hace que sea más preciso que el calendario gregoriano usado hoy en día en la mayoría de países.

Como matemático, Omar Jayyam representa la fusión de la herencia derivada de fuentes indias y persas con la proveniente de fuentes helenísticas. Su aportación algebraica más original fue la resolución sistemática de las ecuaciones de tercer grado empleando el trazado de curvas cónicas para determinar el número de raíces reales y evaluarlas aproximadamente. También escribió acerca de la disposición en triángulo de los coeficientes del desarrollo de la potencia con exponente natural de un binomio, conocido hoy en día en occidente como triángulo de Pascal o de Tartaglia. Estudió los “Elementos” de Euclides tratando en profundidad el famoso “postulado de las paralelas” y la teoría de las proporciones; llegando a ampliar el concepto de número hasta incluir en él los números irracionales positivos. Como curiosidad, en Jayyam está el origen del tradicional uso de la “x” para designar a la incógnita en las ecuaciones.

Su erudición le llevó también a escribir tratados de música, física, economía, leyes, historia y filosofía, llegando en su época a gozar de gran prestigio por sus extensos conocimientos pero siendo prácticamente desconocida su poesía. Según algunos estudiosos de Jayyam, fue una poesía llevada a cabo en secreto, en la que se reflejan todos sus conocimientos y reflexiones vitales y en la que su contenido descreído y hedonista pudo desaconsejar su publicación en vida del autor.

Rubayat

La difusión de la obra poética de Jayyam en occidente fue provocada por la traducción, o más bien reinterpretación, de sus Rubayat por el poeta inglés Edward Fitzgerald en 1859. Desde entonces ha gozado de una popularidad inmensa.

“Rubayat” es la palabra persa plural de “rubai”, nombre de una forma métrica breve que consiste en dos versos partidos por la mitad, es decir, en cuatro hemistiquios, que riman el primero, segundo y cuarto, quedando libre el tercero. En esta breve estructura se plantea y desarrolla un tema que alcanza su punto culminante en el último medio verso.

Los Rubayat elegidos han sido extraídos de la traducción de Clara Janés y Ahmad Taherí publicada por Alianza Editorial en 2006. En el prólogo, Clara Janés, al reflexionar sobre lo apropiado de esta forma métrica para el enunciado de conceptos lapidarios y rotundos menciona cómo en los Rubayat de Jayyam el lector siente que “es toda una concepción de la vida, con sus premisas, desarrollo y conclusión, lo que encierran los cuatro versos que tiene delante” y utilizando palabras de María Zambrano indica que han sido enunciados “como quien lanza una bomba, el escritor arroja fuera de sí … el secreto hallado”. Con perspectiva matemática podría decirse “como la primera demostración de un teorema que progresa desde la hipótesis para concluir en la nueva verdad hasta entonces oculta”.

Para saber +:

- Omar Jayyam. Rubayat. Traducción de Clara Janés y Ahmad Taherí. Prólogo de Clara Janés Alianza Editorial. Madrid 2006.
- Juan Martos Quesada. Vida y pensamiento de Omar Jayyam
- Sociedad Española de Iranología (SEI). Una breve reflexión sobre el calendario iranio.
- Salomo. La ecuación cúbica: El trabajo de Omar Al Khayyam.  (Libro GeoGebra).
- Mª Camila Espinosa. La solución de la ecuación de tercer grado según Omar Kayyam.
- Ricardo Moreno Castillo. Omar Jayyam. Poeta y matemático. Ed. Nivola. Madrid. 2002.