22 septiembre 2023

Los hermanos Marín Toyos (III)

Algunos datos sobre el origen familiar de los hermanos Marín Toyos

Seguimos la serie dedicada a los hermanos Marín Toyos con un bosquejo de esta familia con origen jarrero. 


La madre de Daniel y José, Leoncia Toyos Gilberte, nació en Haro el 12 de septiembre de 1863 en una familia de militares. El padre de ésta, Lorenzo Toyos Gilberte (sic), teniente de infantería, nacido en Haro en 1825, estuvo destinado en Cuba y Filipinas y resultó herido en la batalla de Tetuán en 1860, siendo recompensado por ello con la concesión de la cruz de San Fernando de primera clase y el ascenso al grado de capitán; se casó con Eufemia Gilberte Vega el 6 de Mayo de 1861 en la Parroquia de Sajazarra (en mayo de 1865 el Ministerio de la Guerra le concedió indulto por haberse casado sin “Real licencia”); causó baja en el arma de Infantería en mayo de 1862 por solicitud voluntaria de retiro, y murió en Haro el 18 de Mayo de 1866. El abuelo paterno de Leoncia, José, natural de Riera de Colunga (Asturias), había sido capitán de infantería.

Leoncia sufrió un ataque de hemiplejia en la primavera de 1917 durante una estancia temporal en Haro junto con su hija María de las Mercedes, alojadas en la casa de los señores Echanove; se repuso en pocos días, atendida por el Dr. José Mozos que pronosticó la amenaza crónica de repeticiones sucesivas de ataques similares.

Leoncia Toyos falleció el 5 de abril de 1931 en Somao, Asturias, donde vivía al cuidado de su hijo José que relata en sus “Recuerdos de mi vida” cómo “la enfermedad iniciada el año 1916 (sic) fue minando su organismo…; fue perdiendo facultades hasta necesitar ayuda para todo”.


Haro – Calle Lope de Vega nº 4 - 2017
Haro – Calle Lope de Vega nº 4 - 2017


Haro - Padrón municipal de 1889 - Calle de los Lagos
Haro - Padrón municipal de 1889 - Calle de los Lagos

El padre de Daniel y José, Juan Bautista Marín y Fernández, nació en Gimileo el 16 de octubre de 1864. Según el Libro de Bautismos de la Parroquia de San Martín de Gimileo “es hijo legítimo de Gervasio Marín natural de Grañon y Maria Fernandez natural de esta villa, ambos son solteros pero tienen Escritura de Esponsales y si no han contraido matrimonio ha sido por ser el militar y faltarle poco tiempo para cumplir”.  Gervasio Marín Andrés figura, junto con su esposa, en el padrón municipal de Haro de 1889 en el número 4 de la calle de los Lagos, como nacido el 17 de Junio de 1838 en Grañón, "vecino" y con residencia habitual en Haro desde 6 años antes; falleció en Haro el 14 de noviembre de 1898. María Mercedes Fernández Angulo, nacida en Gimileo el 24 de septiembre de 1838, aparece como única empadronada en 1899 en el número 4 de la calle de Zurbano, nuevo nombre dado a la calle de los Lagos.

Juan Bautista fue maestro de primera enseñanza. Inició su carrera docente el 7 de marzo de 1883  en las escuelas de Abanto y Ciérvana; posteriormente obtuvo destinos en las escuelas de Alcanadre en 1988, La Almunia en 1889, Haro desde el 15 de Julio de 1889 hasta el 15 de Marzo de 1897, Sevilla, ciudad a la que toda la familia Marín-Toyos  se trasladó desde Haro en 1897 permaneciendo durante 4 años, Bilbao en 1901 y finalmente, el 2 de julio de 1904, Madrid.

En 1886 ejerció temporalmente como profesor interino de la Escuela Normal de Barcelona.

En 1902 desempeñó efímeramente el cargo de inspector de primera enseñanza de la provincia de Logroño, y a continuación el de Álava durante casi dos años hasta que el 2 de julio de 1904, es nombrado “maestro en propiedad de una Escuela pública elemental de niños de Madrid, con el haber anual de 2.750 pesetas y emolumentos legales”; ello ocasionó que la familia, matrimonio y cuatro hijos, fijara su residencia en la capital de España.

Juan Bautista Marín - Portada de "Lecciones de derecho para los alumnos de 1ª enseñanza - 1908
Escribió varias obras dedicadas a la preparación de las oposiciones a maestros o para ser utilizadas como textos en las escuelas de primera enseñanza, como "Opositores y opositoras. Instrucciones, consejos y advertencias útiles para el aspirante a ingresar en la carrera", publicada en 1902, "Lecciones de Derecho para los alumnos de 1ª enseñanza”, en 1908 y la más destacada “Análisis razonado del lenguaje, desde el punto de vista lógico y gramatical”, publicada en 1899 y premiada en 1901 con medalla de oro en la Exposición de París; concediéndosele por la misma, a propuesta del Ministerio de Instrucción Pública, la Cruz de Caballero de la Real Orden de Carlos III.

Publicó numerosos artículos en periódicos y revistas tanto de carácter general, es el caso de “Rioja Ilustrada”, de la que fue colaborador habitual en 1907 y 1908, como del ámbito docente: “El Riojano. Revista Semanal de Primera Enseñanza”, entre 1882 y 1887; “La Escuela Moderna”, de Madrid, en 1907; “El Magisterio de Álava”, a partir de 1908, donde firmó los artículos como “El Varón de la Rioja”.

Juan Bautista Marín falleció el 19 de septiembre de 1911 en Madrid.

 

El 8 de marzo de 1886 se celebró en la Parroquia de Santo Tomás de Haro el matrimonio de Juan Bautista y Leoncia Toyos Gilberte.

El Archivo Parroquial de Haro tiene registrados los nacimientos de cinco hijos del matrimonio Marín Toyos. El primero, bautizado como Carmelo, nació el 29 de enero de 1888 y falleció en Haro el 25 de marzo de 1892. Daniel nació el 9 de abril de 1890. El 14 de septiembre de 1893 nació Purificación Cruz que falleció en Haro el 16 de diciembre de 1897. José nació el 18 de marzo de 1895; fue bautizado como José Carmelo. Y María de las Mercedes nació el 4 de febrero de 1901. Todos los nacimientos se produjeron en  el nº 4 de la calle de los Lagos  –calle que el 22 de febrero de 1892 pasó a denominarse Zurbano y el 3 de noviembre de 1937 Lope de Vega, como se mantiene en la actualidad–.

Por referencias de José Marín conocemos la existencia de una hermana intermedia entre él y María Mercedes, de la que no ofrece el nombre, que murió en 1915, nacida en 1898 ó 1899.

 

En próximos artículos continuaremos desarrollando la historia de esta saga familiar con algunos apuntes biográficos de José Marín Toyos,  Ingeniero de Caminos que alcanzaría una destacada posición social en la España del franquismo.

21 septiembre 2023

ReLecturas: Hubert Reeves - Malicorne

Reflexiones de un observador de la naturaleza

Mi reciente jubilación me ha conducido a la relectura de algunos libros de los que por distintas causas tengo un especial recuerdo. El último “Malicorne. Reflexiones de un observador de la naturaleza” del astrofísico canadiense arraigado en Francia Hubert Reeves. Publicado originalmente en Francia en 1990, la primera edición en castellano es de 1992. Lo leí por primera vez en abril de 1993, durante los reposos de las caminatas por las lagunas de Neila y el nacimiento del río Arlanza en donde en un descuido mientras estaba enfrascado en su lectura, una vaca me robó unas mandarinas.

Reeves es un científico de primer nivel y uno de mis divulgadores favoritos. Admiro su gran capacidad de transmitir conocimiento de forma amena creando interés por saber más y agradezco la generosidad con la que comparte las reflexiones de su excepcional mente.

 

Me complace especialmente la forma en que Malicorne está escrito, su coherencia armoniosa con el contenido trasmitido. Impregnado de lirismo, refleja perfectamente los conocimientos y la sensibilidad de su autor. Reeves nos trasmite sus meditaciones sobre el cosmos, el ser humano y él mismo, sobre la ciencia, el arte y la religión, hilvanados como el relato de las reflexiones producidas por la contemplación en sus paseos de la naturaleza más cercana a su lugar de residencia, de donde toma el título. El subtítulo “Reflexiones de un observador de la naturaleza” condensa magníficamente la extensión y profundidad de su contenido.

 

Según el propio Reeves, Malicorne está dedicado a “las relaciones entre ciencia y cultura; entre lo que se sabe y lo que se hace”. En su primera parte explora cómo la visión científica y la visión poética del mundo, lejos de excluirse, se integran para percibir su verdadera riqueza. La segunda hace un repaso de cómo a lo largo de la historia ha ido cambiando la forma en la que el pensamiento científico ha considerado la libertad y la creatividad hasta llegar a la reconciliación de los científicos contemporáneos con ambos conceptos. La tercera parte desgrana reflexiones sobre cómo los conocimientos científicos aportan nuevos matices al contemplar algunas actividades humanas como la creación artística, la legislación y el pensamiento religioso.


© Pierre Kitmacher
en www.hubertreeves.info

Una de las reflexiones de Reeves que más me ha hecho meditar ha sido que la ciencia y el arte, con un mismo origen, surgen como reacción frente a la angustia vital. El psicoanálisis lleva a Reeves a buscar el origen del pensamiento humano fuera del pensamiento y encuentra en el  inconsciente la fuente común de la lógica -ciencia- y de la poesía –arte-.  Para Reeves el encuentro entre la realidad interior y exterior inicia la actividad mental en el niño; de la misma manera que el juego alivia en el niño la angustia frente al mundo exterior y la tensión creada por la necesidad de enfrentarse a él, en el ser humano como especie, “el telescopio sucede al osito de peluche”. Es en esta aceptación progresiva de la realidad como tarea sin fin donde está el origen de la creatividad e inventiva del ser humano; ciencia, arte y religión, cada una a su manera, remodelan la realidad exterior y hacen soportable la vida.

Una de las ideas sobre las que Reeves hace más hincapié es el aumento de la complejidad que caracteriza a la evolución del cosmos. Subraya como claves para entender esta evolución la elaboración de las teorías del caos determinista y el descubrimiento de la expansión rápida y del enfriamiento del universo; la expansión es demasiado rápida para preservar los estados de equilibrio que son estériles; los desequilibrios posibilitan al cosmos enriquecerse en diversidad.

Reeves, reconciliando azar y necesidad como ambos indispensables para el crecimiento de la complejidad,  presenta un cosmos sometido a leyes deterministas e invariantes que pueden producir resultados diversos y dan opción a la creatividad. Esta indeterminación parcial de la naturaleza hace posibles las condiciones para crear lo inédito.

Recuerdo con deleite el impacto que me produjo la introducción que Reeves hace de algunos conceptos básicos como “sensibilidad a los datos iniciales”, “dependencia lineal y no lineal” y “horizonte predictivo” utilizando de forma magistral un ejemplo supuesto de tres relojes con distintas precisiones. Fue mi primer contacto con el caos determinista que cambió profundamente la forma mecanicista de ver la realidad que me llevé de mi paso por el instituto y las ideas de exactitud, certidumbre e infalibilidad, de las matemáticas en particular y de la ciencia en general, que dejaron mis estudios universitarios.

En el análisis que Reeves hace de la inserción de la creación artística en la trama de la evolución cósmica me parecen muy interesantes las analogías que establece entre ambas hasta presentar al artista como un “obrero” de la innovación al servicio de la naturaleza; como el mecanismo que utiliza para prolongar su actividad creativa. Reeves presenta el concepto de “belleza” como una experiencia íntima entre el yo y el universo: “al universo le debo la posibilidad interior de admirar la belleza y los elementos exteriores de belleza que admirar”.

Considero destacable la visión de Reeves sobre la preocupación ecológica, especialmente en estos tiempos en los que abunda el negacionismo de las evidencias científicas. Contempla al ser humano como producto de la evolución biológica que puede desobedecer las órdenes genéticas y aniquilarse a sí mismo; la naturaleza, llevada por su estrategia de crear lo más complejo y lo más eficaz, ha puesto en el mundo una especie que está en condiciones de exterminar la vida sobre la Tierra. Considera al ser humano, al percibir tal amenaza, como la “conciencia” de la naturaleza. Señala que la ciencia, además de conocimiento sobre cómo está hecho el mundo, facilita información que ilumina nuestras decisiones morales.

De las disquisiciones de Reeves sobre la religión y su relación con la ciencia me han hecho reflexionar especialmente su visión crítica de la desmesurada confianza en el poder del pensamiento conceptual y su concepción integradora de ciencia, arte y actividad religiosa como reconstrucciones del mundo que ofrecen la posibilidad de incorporar en un marco coherente los acontecimientos de la vida ante la necesidad de paliar la angustia de la muerte. Para Reeves, con nuestro conocimiento científico, “Dios se sitúa en el nivel de las preguntas, ya no en el de las certezas. Su lugar está en el viaje interior de cada uno de nosotros“.

 

Una relectura siempre es un viaje personal en el tiempo, un encuentro con tu yo del pasado. Se puede decir que en los treinta años que median entre las dos lecturas de este libro, como el cosmos, he “evolucionado” incrementando la complejidad de mi vida. Posiblemente haya llegado la hora de simplificar y, jugando con otro de los títulos de Reeves, embriagarse con lo esencial.

 

06 septiembre 2023

Los hermanos Marín Toyos (II)

Algunos datos biográficos de Daniel Marín Toyos

Continuamos el artículo anterior que recoge la carrera profesional de Daniel Marín Toyos aportando otros datos biográficos más personales.


Según las “Noticias históricas de la muy noble y muy leal Ciudad de Haro” de Domingo Hergueta, el 17 de Abril de 1890 se aprobó el proyecto de alumbrado público por medio de la electricidad, uno de los grandes hitos en la historia jarrera. Ocho días antes veía la luz por primera vez Daniel Marín Toyos. Nació el 9 de abril de 1890 en el nº 4 de la Calle de los Lagos de Haro –calle que el 22 de febrero de 1892 pasó a denominarse Zurbano y el 3 de noviembre de 1937 Lope de Vega, como se mantiene en la actualidad–. Fue inscrito en el Registro Civil del Juzgado Municipal de Haro como “Daniel Marcelo”. Su padre, Juan Bautista Marín y Fernández, nacido en Gimileo el 16 de octubre de 1864, había sido nombrado maestro de primera enseñanza para la escuela de Haro el 15 de junio de 1889. Su madre, Leoncia Toyos Gilberte había nacido en Haro el 12 de septiembre de 1863.

El 19 de abril del mismo año fue bautizado en la Parroquia de Santo Tomás Apóstol. Fueron sus padrinos Gervasio Marín Andrés, abuelo paterno, natural de Grañón y Felisa Tejada.

DMT - Cementerio de Haro - Panteón familia Echanove - Tejada
Cementerio de Haro. Panteón familia Echanove - Tejada
En el “Padrón de Vecindad” de Haro de 1914 figura Felisa Tejada Viejo, de 44 años y natural y vecina de Haro “desde hace 44 años”, casada con Ildefonso Echanove Perujo, de 46 años, natural de Valladolid y vecino de Haro “desde hace 45 años”, empadronados en el nº 89 de la calle Marqués de Francos, en la actualidad calle La Ventilla. La familia Echanove Tejada sufrió un trágico accidente de automóvil. El 23 de septiembre de 1939, cuando marchaban por las proximidades de Castro Urdiales para asistir a una fiesta familiar, el coche sufrió una avería que obligó a parar. No bien hubo descendido el chófer del vehículo para averiguar las causas de la detención, se produjo, por efecto de una emanación de gasolina, una  explosión en el interior del coche, quedando carbonizados el matrimonio y su nieto de corta edad Francisco Pedro Varona Echanove. Su hija Felisa Echanove Tejada falleció en la entonces “Casa de Salud Valdecilla” dos días después. Sus restos reposan en el panteón familiar del cementerio municipal de Haro.

Primeros años y primeros estudios

Daniel Marín vivió en Haro hasta que en marzo de 1897 su padre obtuvo por oposición una plaza como maestro en una escuela de Sevilla, con el consecuente traslado familiar a la ciudad andaluza en la que permanecieron 4 años. Los destinos de Juan Bautista Marín ocasionaron que la familia residiera posteriormente en Bilbao y Vitoria; hasta que en julio de 1904 obtiene en propiedad la plaza de maestro de una escuela pública elemental de niños de Madrid, en donde la familia establecería su residencia definitiva.

El expediente de concesión de título de licenciado de Daniel Marín acredita que entre 1901 y 1903 aprobó dos cursos de dibujo con calificaciones de aprobado en el instituto de segunda enseñanza de Bilbao. También que realizó los exámenes de grado de bachillerato en el instituto Cardenal Cisneros de Madrid en junio de 1906, obteniendo la calificación de sobresaliente en los dos ejercicios. Y, como ya se indicó anteriormente, que cursó su licenciatura entre los años 1906 y 1910.

Matrimonio y nacimiento de sus hijos

El 19 de septiembre de 1911 falleció Juan Bautista Marín. Daniel había ingresado en el Cuerpo de Ingenieros Geógrafos en febrero de ese mismo año y estaba cursando el doctorado que obtendría con la lectura de su tesis en diciembre. La desaparición de su padre originó una situación familiar complicada; su madre, su hermano José de 16 años, y sus dos hermanas, de 12 y 10, quedaron dependientes de la pensión de viudedad y, según escribiría José en sus memorias, de “unas ínfimas rentas de unas tierras en Haro”. Quizás esto pudo influir en que Daniel no realizara ninguna estancia en universidades europeas.

Dos meses después de tomar posesión de su plaza de auxiliar numerario en la Universidad de Zaragoza, el 22 de septiembre de 1913 contrae matrimonio con Petra Florentina Tejerizo Rodrigo, en Burgo de Osma.

En 1914 nacería su primer hijo, Juan Antonio, que también se doctoró en Ciencias Exactas llegando a ser catedrático en la Escuela Técnica de Peritos Industriales de Madrid. Fue autor de numerosos manuales utilizados en las escuelas de ingeniería. Falleció en Alcalá el 6 de marzo de 1968. La rama familiar Marín De Mateo, descendiente de Juan Antonio, ha estado muy vinculada con la villa de Ezcaray, relación que se mantiene hasta la actualidad.

En 1916 la familia Marín Tejerizo se amplió nuevamente con el nacimiento de Jesús. Catedrático de Química y director de la Escuela de Maestría Industrial de Málaga que, tras varios cambios de ubicación y denominación, acabó por convertirse en un centro de educación secundaria que lleva su nombre, el actual I.E.S. Politécnico Jesús Marín. También lleva su nombre una calle de Málaga. Falleció en Málaga en 1976.

Carmelo, el tercero de los hijos del matrimonio Marín Tejerizo, nació en Burgo de Osma en 1920; fue Secretario de Administración Local y Jefe de Negociado de Expropiaciones en el Ayuntamiento de Madrid. Falleció en 1997.

Época barcelonesa

Doctor D. Daniel Marín Toyos - Secretario General de la Universidad de Barcelona - Revista Psiquis Nº 7 - Agosto 1924
Doctor D. Daniel Marín Toyos
Secretario General de la Universidad de Barcelona
Revista Psiquis Nº 7 - Agosto 1924
Daniel Marín ocupó una cátedra en la Universidad de Barcelona entre mayo de 1918 y marzo de 1935. Durante este periodo tuvo una presencia relevante en la sociedad catalana más allá de la docencia en su cátedra compatibilizada con la gestión universitaria y el ejercicio de otro magisterio.

Entre 1924 y enero de 1929 desempeñó la Secretaría General de la Universidad. Previamente ya había ejercido como secretario de la Facultad de Ciencias. Desde finales del curso 1923-1924 y hasta 1929, ejerció como profesor de Física en la Escuela Superior de Agricultura de Barcelona.

Durante los años en que residió en Barcelona, Daniel Marín desarrolló una importante participación en política, de la que algunos datos quedan recogidos en su declaración jurada firmada al comparecer en el Ministerio de Educación Nacional en Vitoria el 24 de octubre de 1938, “así que consiguió escapar de la tiranía roja de Madrid”, según sus propias palabras. Desde 1924 hasta 1931 perteneció a la “Unión Patriótica”. Esta agrupación política fue fundada por el dictador Miguel Primo de Rivera para dar soporte al nuevo régimen de partido único instaurado tras el golpe de estado de 1923. Desde el  11 de septiembre de 1924 hasta la constitución del gobierno presidido por el general Berenguer en 1930,  ocupó el cargo de concejal en el Ayuntamiento de Barcelona nombrado por el general gobernador de aquella capital, Carlos Losada, y ratificado por Severiano Martínez Anido. El teniente general Martínez Anido, ministro de la Gobernación durante la Dictadura de Primo de Rivera y ministro de Orden Público del primer gobierno de Franco, firmó como tal un aval presentado por Daniel Marín en su depuración franquista de octubre de 1938, certificando sus antecedentes como “persona de orden” y “absolutamente afecto al Glorioso Movimiento Nacional”.

Según la misma declaración jurada, Daniel Marín fue socio durante 17 años del Casino Militar de Barcelona “donde se congregaban aquellas personas que sentían un gran amor a España difícil de sostener en una ciudad minada por el separatismo”.

DMT - Declaración Jurada. Vitoria, 24 de octubre de 1938
Declaración Jurada.
Vitoria, 24 de octubre de 1938
Otras fuentes documentales hacen referencia a la pertenencia de Daniel Marín a la Sociedad de Estudios Vascos, a través del Solar Vasco-Navarro de Barcelona. Esta afiliación resulta chocante ya que a pesar del carácter intelectual de la Sociedad de Estudios Vascos, dedicada fundamentalmente al estudio de la lengua y cultura euskaldunes, durante la dictadura de Primo de Rivera levantó sospechas de practicar un nacionalismo cultural de orientación vasquista.

En el terreno personal, el 5 de abril de 1931, Leoncia Toyos, madre de Daniel, falleció en Somao (Asturias) donde vivía bajo la atención de José, hermano de Daniel. Por otra parte, hay documentos fechados en junio de 1933 que acreditan la demanda de divorcio de Daniel Marín Toyos contra Petra Florentina Tejerizo Rodrigo.

Retorno a Madrid, Guerra Civil y últimos años

La situación política del país es muy complicada cuando Daniel Marín se incorpora a su cátedra en la Universidad de Madrid en julio de 1935.

En el ambiente de enfrentamiento político que precedió a las elecciones generales, los días 16 de febrero y 1 de marzo de 1936, se produjeron numerosos episodios de violencia. Entre ellos “colisiones entre estudiantes de distintas ideologías” en la Universidad de Madrid. El 3 de febrero de 1936 Daniel Marín fue designado por la Junta de Gobierno de la Universidad como Juez Especial para depurar responsabilidades por esos incidentes estudiantiles.

Poco después del golpe de estado del 18 de julio de 1936, en agosto, las actividades docentes quedaron suspendidas en la Ciudad Universitaria de Madrid que pronto se convirtió en un frente permanente de guerra. El profesorado universitario madrileño sufrió una doble depuración política. La primera, emprendida durante la guerra por las autoridades republicanas; la segunda, con mucha mayor virulencia y que se extendió una vez acabada la guerra, por las franquistas.

DMT - Rehabilitación sin sanción. 28 de octubre de 1939
Rehabilitación sin sanción
28 de octubre de 1939
Tras haber sido declarado por del Gobierno de la República en enero de 1937 “disponible administrativo”, el 24 de septiembre del mismo año es separado definitivamente del servicio  en la Universidad "en virtud de la información recibida y debidamente confirmada sobre la actuación política y profesional en la Universidad de Barcelona y durante el periodo de la Dictadura Militar del General Primo de Rivera, del entonces Profesor de aquella Universidad”. En noviembre del mismo año es dado de baja en el Cuerpo de Ingenieros Geógrafos.

La declaración jurada firmada por Marín Toyos el 24 de octubre de 1938 ofrece datos sobre su vida durante la guerra. Por ella sabemos cómo en una ocasión “Fui detenido casualmente por encontrarme en el domicilio de la señora madre del Excmo. Sr. General Don Fidel Dávila, al que había acudido con objeto de hacerles donación de algunos víveres dada la escasez. […] Puesto en libertad a las 24 horas de mi detención seguí concurriendo a la citada casa”. Fidel Dávila desempeñó un papel muy relevante en la Guerra Civil y fue Ministro de Defensa dentro del primer gobierno franquista. Sabemos también que residió en Madrid hasta el día 27 de septiembre de 1938 en que salió “alegando a los efectos de obtener la correspondiente autorización la necesidad de acompañar a mi hijo al sanatorio de Davos ( Suiza)”. Vía Alicante, Orán, Marsella y París, efectuó la entrada en la España Nacional por Fuenterrabía el 21 de octubre. Y conocemos también los nombres de los avalistas que Daniel Marín refiere como “personas que confirmen sus manifestaciones”.

En una instancia dirigida al Ministro de Educación Nacional, firmada en Vitoria el 24 de octubre de 1938, Daniel Marín, “deseando colaborar en la formación del nuevo Estado”, solicita adscripción a un centro universitario, adjuntando la declaración jurada que se le exigió y tres avales “altamente favorables”. La solicitud es resuelta el 4 de noviembre con su adscripción con carácter provisional al instituto de segunda enseñanza de León.

En octubre de 1939, tras un segundo expediente de depuración motivado por el extravío temporal del primero, es rehabilitado “sin imposición de sanción” y reintegrado en sus destinos de la Universidad Central y del Cuerpo de Ingenieros Geógrafos.

Poco antes de su muerte es nombrado comendador de la Orden de Alfonso X el Sabio.

Daniel Marín Toyos - Esquela - Periódico ABC 14/03/1948

Daniel Marín Toyos fallece el 13 de marzo de 1948 en Madrid. En la esquela publicada en el diario ABC al día siguiente no figuran nombres de familiares; simplemente "su desconsolada familia suplica una oración por su alma". También se hace referencia a la conducción del cadáver desde la "Residencia de Catedráticos de la Universidad Central” y a la inhumación en el cementerio de "Nuestra Señora de la Almudena".



DMT - Hoja de servicios y emolumentos posterior a su fallecimiento
Hoja de servicios y emolumentos

En la “sección informativa” del tercer número de 1948 de la revista “Matemática elemental”, publicada por la Real Sociedad Matemática Española aparece una breve reseña del fallecimiento de Daniel Marín Toyos. En el número 5 de la “Revista Matemática Hispano-Americana” del mismo año, Simón Archilla Guzmán firma una "corta reseña biográfica, con la que rendimos a nuestro maestro el homenaje que se merece su memoria" escrita en el lenguaje laudatorio propio de estas ocasiones.

 

El siguiente artículo de esta serie lo dedicaremos a presentar algunos datos sobre la familia Marín Toyos y su raíz jarrera.